Teotihuacan es una de las zonas arqueológicas más importantes del país. Sin duda sus dos pirámides son un gran atractivo, pero en los alrededores de la zona principal se ubicaban los barrios en donde vivían los teotihuacanos, que en su momento llego a tener mas de 200 mil habitantes.
En esta ocasión nos vamos de visita al barrio llamado Tetitla, que según los arqueólogos, fue habitado por un sector de la población que gozó de cierto estatus económico que pudieron ser comerciantes o embajadores.
Este barrio se ubica al oeste de la zona arqueológica, cerca de donde hoy esta el acceso de la Puerta 1. Al llegar, nos encontramos con una muralla de piedra que cuenta con un solo acceso, esta era la única entrada y salida del barrio. Tras pasar este muro, podemos ver entradas que comunicaban a las habitaciones y pasillos.
El principal atractivo de este lugar son sus murales, en ellos sobresalen extraordinarias pinturas de felinos, aves rapaces, divinidades de la fertilidad y lo que se interpreta como buzos que se introducen al mar para colectar conchas.
Los estudiosos han identificado que en estos murales se integran rasgos teotihuacanos, de la población del Golfo de México, oaxaqueños y rasgos mayas. De esta última civilización han identificado imágenes de dioses, hombres, serpientes, así como fragmentos de escritura. Por ello se dice que en este lugar residieron gente importante como comerciantes o embajadores.
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| En uno de los Templos de Tetilta podemos ver imágenes de felinos de color anaranjado, devorando lo que parece ser corazones. |
Estas pinturas, hechas al fresco, son testimonio de las actividades diarias, su forma de vida, su pensamiento y sus creencias, a través de las cuales podemos imaginarnos cómo fue la vida de los teotihuacanos.
Este lugar, como otros de alrededor, contaba con sus propias áreas de estancia y reposo, de preparación y consumo de alimentos, de almacenamiento de materias primas y víveres, de trabajo, de culto y enterramiento, y hasta zonas donde enviaban sus desechos.
Esta es una muy buena alternativa para conocer a mayor profundidad el sitio arqueológico, y no sólo subir a las majestuosas pirámides.
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